viernes, 22 de febrero de 2008

Cómo debe dormir los niños y bebés

Unos horários y hábitos bien definidos pueden ayudarlos a que sientan más seguros
Lo primero, después de establecida una rutina, con horarios y hábitos que hagan sentir mas seguros a los niños, es hacer con que ellos se acostumbren a ella, para irse a la cama. Para eso es necesario conocer al niño, observarlo, y así descubrir lo que le ayuda a sentirse mas calmo.

Hay niños que no pueden dormir sin oír el viejo casete de música suave y calmada. A otros, les encantan que les cuenten cuentos antes de dormir, y otros aún que duermen con solo rascarles la espalda. Todo dependerá de los hábitos que sus padres hayan adoptado y mantenido.

Los bebés generalmente duermen cuando se sienten cansados. Si tienen dificultad para relajarse y quedarse dormidos, o si llora un poco, pero se queda acostado en la cama, trate de hacer silencio o salga del cuarto sin hacer ruido. Pero si continua llorando, ayúdelo a dormirse, aunque sea con un chupete. Costará un poco de tiempo pero si se mantiene el hábito, el bebé se sentirá más seguro y se dormirá.


El niño le gusta más jugar que dormir
A los niños de 1 o 2 años, les gusta jugar más que dormir. Para hacerles dormir en esta etapa, lo mejor es calmarles leyéndoles libros de cuentos infantiles al acostarles. O simplemente cantarles alguna “nana”.

En la edad preescolar lo mejor es relajarles jugando con la imaginación. Pídales que cierren los ojos y se imaginen en algún escenario de la historia que le vas a contar. En un bosque, o en la isla del país de Nunca Jamás, o nadando en el fondo del mar.......
A los niños de edad escolar, la rutina estará muy determinada. Pero eso no quiere decir que un día el niño no vaya a salir con la suya. Lo mejor para relajarles es leerle historias o que las lean ellos mismos.

El ambiente es muy importante a la hora de acostar al niño. La habitación debe tener una temperatura adecuada (17-20ºC), respetando las normas de prevención de la muerte súbita. A partir de los 3-4 meses es conveniente que el niño duerma en su habitación si es posible. De no serlo, es recomendable establecer mediante algún separador el espacio del niño en la habitación de los padres.

La utilización de una ropa de dormir adecuada a la estación también ayudará al niño a conciliar el sueño. Un niño poco o demasiado arropado puede que tenga la necesidad de despertarse por no encontrarse cómodo, y seguramente se sentirá angustiado y irritado.

Si existe la necesidad en el niño de dormir con un muñeco, una mantita, o simplemente con el chupete, hay que respetarle. Muchas veces el niño necesita de algo que le dé más seguridad. Y eso es lo que más necesitan los niños para tener una buena noche de sueño.

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