miércoles, 20 de febrero de 2008

Diagnóstico de un niño celíaco

El diagnóstico de un niño celíaco se confirma con una biopsia
Los síntomas de la enfermedad celíaca son parecidos a los de otras dolencias digestivas. Al principio, hasta la confirmación de la enfermedad, hay que descartar la posibilidad de que la persona sufra de la enfermedad de Crohn (síndrome del colon irritable), de una colitis ulcerativa, de diverticulosis, o de alguna infección intestinal.

Normalmente, además del examen físico y del estudio del histórico médico del paciente, se pide una analítica de sangre. A través de este examen, se podrá medir el nivel de anticuerpos al gluten. Las personas que tienen la enfermedad celíaca poseen niveles más altos de lo normal de ciertos anticuerpos en la sangre. Esos anticuerpos son producidos por el sistema inmunológico en respuesta a sustancias (como el gluten) que el organismo recibe y detecta como amenazantes.
Para hacer esta analítica, la persona debe estar consumiendo gluten. En el caso de que se identifiquen los anticuerpos específicos, los pacientes deben someterse a una biopsia de intestino delgado.


Para confirmar que el niño es celíaco se realiza una biopsia
Para diagnosticar la enfermedad celíaca, el médico puede pedir una biopsia. A través de la biopsia, es decir, de la extirpación de una porción diminuta del tejido del intestino delgado, se puede comprobar si existe algún daño en las vellosidades que revisten el canal del intestino. Y si existe algún daño, evaluar el grado que tiene. Para hacer la biopsia el médico usa un tubo delgado y largo, denominado endoscopio, el cual es introducido a través de la boca y el estómago hasta el intestino delgado. Es molesto pero no duele. Enseguida se toma una pequeña muestra del tejido, utilizando los instrumentos que se pasan a través del endoscopio.

Una vez realizadas las pruebas y confirmado el diagnóstico de la enfermedad celíaca, se debe seguir una dieta libre de gluten para controlar la dolencia.

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